10 ejemplos de cómo el deporte y la sustentabilidad son un binomio perfecto

Kenya Giovanini

3 mayo 2021

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Palabras clave: ambiental, deporte, desarrollo sostenible, RSE, sostenibilidad.

Es importante mencionar que en medio del cambio cultural, el deporte y la sustentabilidad han demostrado ser una de las parejas perfectas al posicionarse en la delantera con las diversas iniciativas que organizaciones como Forest Green Rovers o Juventus FC han impulsado a favor del planeta y sus comunidades. Es por esto que la industria del deporte y sus fundaciones reconocen la necesidad y urgencia de abordar el tema del cambio climático de manera colectiva y como las diversas disciplinas pueden contribuir y generar conciencia al respecto.

Así que al igual que las principales empresas y marcas orientadas al consumidor, la relación del deporte y la sustentabilidad tiene un papel importante que desempeñar para limitar su impacto. Aunque por otro lado, el deporte ha tenido cierto impacto negativo: en los Juegos Olímpicos (15 días) producen la misma emisión de gases de efecto invernadero que todos los hogares de Londres en un año, también durante el Maratón de París se recogen cerca de 450.000 botellas de plástico, 200.000 habitantes podrían consumir agua un año con toda la que se ocupa en las instalaciones deportivas francesas en el mismo lapso y 50 toneladas de basura se generan en el Maratón de Nueva York cada año, en una competencia que no dura más de 8 horas.

Pero no solo es esto, se calcula que cada torneo de la Liga MX genera 1,440 toneladas de basura. Esto quiere decir, llenar cuatro días seguidos el Estadio Azteca, desde la cancha hasta las tribunas más altas. Por otra parte, está más que comprobado que tal impacto ambiental afecta directamente a los deportistas, ya que cuando existe exceso de contaminación, la calidad del aire disminuye debido a las concentraciones de toxinas derivadas de la combustión, y las actividades al aire libre deben suspenderse.

Así que estos son los 10 ejemplo que demuestran cómo el deporte y la sustentabilidad son el binomio perfecto y un caso de éxito que otras industrias deben de seguir. El primero de ellos son los Forest Green Rovers, nombrado por la FIFA como el club de fútbol más sostenible del mundo, la búsqueda definitiva de los Rovers por la neutralidad de carbono se materializa en el lugar propuesto por Zaha Hadid Architects con capacidad para 5,000 asientos, llamado Eco Park. Al estar hecho completamente de madera, ya ha sido calificado como el estadio más verde jamás construido para el fútbol.

El segundo es la Juventus FC, lo que la llevó a que en 2017, se creara un departamento de sostenibilidad, liderado por Andrea Maschietto, y desde entonces ha incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU en su estrategia empresarial global. Cada uno de sus informes proporciona un desglose detallado de las diversas actividades del club, incluidos los proyectos de inclusión social, la igualdad de género, el consumo de energía y la gestión de residuos.

Como tercer ejemplo, está Spanish Olympic Committee que de acuerdo con la propia estrategia de sostenibilidad del Comité Olímpico Internacional (COI), el programa de acción climática del COE abarca múltiples áreas, como la gestión de residuos y la adquisición de proveedores. Además, busca eliminar los plásticos de su lugar de trabajo. La organización se está posicionando como un líder de pensamiento en el espacio de la sostenibilidad deportiva. En noviembre, el organismo celebró su primer Congreso de Desarrollo Sostenible en su sede de Madrid, al mismo tiempo que busca el apoyo del sector privado y realiza campañas educativas en conjunto con las federaciones nacionales de España.

El cuarto ejemplo es World Athletics que se asoció con ONU Medio Ambiente y la Coalición de Clima y Aire Limpio (CCAC) para comprender los efectos de la contaminación del aire en la salud humana, estableciendo una asociación de cinco años para monitorear la calidad del aire en aproximadamente 1.000 pistas de atletismo en todo el mundo. Los datos recopilados se están utilizando para desarrollar una base de datos que ayude a los corredores a elegir los mejores horarios para correr en sus ciudades, así como apoyar a los organizadores de eventos a diseñar horarios más seguros y estudiar la correlación entre la calidad del aire y el rendimiento deportivo.

Por otro lado, está el Estadio Mercedes Benz que tiene la capacidad de capturar más de dos millones de galones de agua de lluvia en el sitio, lo que ayuda a prevenir inundaciones en áreas vecinas. Esa agua también se puede usar para enfriamiento y riego, mientras que el lugar usa un 47% menos de agua que los estándares de referencia debido a sus diversas estrategias de conservación. Además, Cuenta con 4,000 paneles solares fotovoltaicos que pueden generar suficiente energía para alimentar diez juegos de la NFL, por otra parte, se alienta activamente a los espectadores a que traigan latas y botellas de aluminio para su reciclaje y se busca aprovechar la luz natural y el uso de iluminación para reducir el uso de energía hasta en un 50%.

Por último, está el Johan Cruifjj Arena con más 4.200 paneles solares, un sistema de recolección de lluvia, iluminación LED de bajo consumo, puntos de carga bidireccionales para vehículos eléctricos, incluso un molino de viento para generar energía adicional, se encuentran en el Johan Cruijff Arena de Ámsterdam. Ahora, el estadio, que es propiedad del gobierno de Ámsterdam, suministra energía a la red eléctrica de la capital holandesa cuando no está en uso, afirmando su estatus como un caso de estudio viviente para las tecnologías de ciudades inteligentes del futuro.

En mi opinión personal, considero que los ejemplos que lideran este listado, muestran sin duda alguna que el deporte y la sustentabilidad son una pareja perfecta que está contribuyendo a mejorar la salud del planeta y sus habitantes, pero todavía, aún queda mucho por hacer.