Suicidio en tiempos de COVID-19… ¿Se redujo o aumentó?
- Juan Pablo Hoyos
- 12 may 2021
- 4 Min. de lectura
Arianne Lira
7 mayo 2021
Palabras clave: COVID-19, estudios, suicidio, salud mental, sistema nervioso.

Mucho se ha hablado del suicidio en tiempos de COVID-19, de hecho, este ha sido una de las mayores preocupaciones de los expertos. Para nadie es un secreto que afirmar la pandemia derivada de COVID-19 transformó nuestras vidas no es ninguna exageración. Esta, además de traer consigo enfermedades respiratorias, está teniendo consecuencias en la salud mental de muchas personas.
Tal preocupación se ha manifestado en un punto extremo que podría tener como consecuencia el aumento en las tasas de suicidio. Por ello, un estudio realizado en 21 países buscó evaluar el efecto temprano de la pandemia en las tasas de suicido en todo el mundo. Los resultados muestran que no hubo signos de un aumento en las muertes por suicidio en los primeros meses de la pandemia de COVID-19.
Esto es realmente una noticia inesperada, ya que contrarresta las predicciones de que las tasas de suicidio aumentarían consecuencia de la emergencia sanitaria. No obstante, los autores del estudio advierten al público y a los responsables políticos que se mantengan alerta. El estudio, publicado recientemente en The Lancet y realizado por un equipo de más de 70 investigadores a nivel mundial, utilizó datos de suicidios desde 2019 hasta julio de 2020 para determinar si hubo un aumento en la tasa durante el período inicial de la ola de COVID-19.

De lo anterior, descubrieron que las tasas no aumentaron más allá de lo previsto a partir de los datos prepandémicos. De hecho, en algunas jurisdicciones, el número de suicidios ha disminuido. Jane Pirkis, profesora de salud mental en la Universidad de Melbourne en Australia y una de las autoras principales, dijo que el análisis se realizó modelando cómo se vería la tendencia al suicidio si la pandemia no hubiera ocurrido, y comparando ese modelado con datos sin procesar de jurisdicciones donde los informes de suicidio de 2020 están fácilmente disponibles.
Pero, ¿cómo se llevo a cabo? Aquí se obtuvieron datos sobre suicidios en tiempo real de países o áreas dentro de ellos a través de una búsqueda sistemática en Internet y el recurso a las redes de The Lancet Psychiatry, y la literatura publicada. Entre el 1 de septiembre y el 1 de noviembre de 2020, se buscó en los sitios web oficiales de los ministerios de salud, las agencias policiales y las agencias de estadísticas administradas por el Gobierno o equivalentes de estos países, utilizando los términos de búsqueda traducidos como “suicidio” y “causa de muerte”.
Ya entrando a los resultados de la investigación, este es el primer estudio que examina los suicidios que ocurren en el contexto de la pandemia de COVID-19 en varios países. En los países de ingresos altos y medianos altos, las cifras de suicidios se mantuvieron prácticamente sin cambios o disminuyeron en los primeros meses de la pandemia en comparación con los niveles esperados basados en el período prepandémico. En la siguiente tabla se puede ver el número de suicidios entre abril y julio de 2020, y el porcentaje de los esperados según las tendencias anteriores a COVID-19.

Digamos que los posibles motivos de suicidio en tiempos de COVID-19 fueron debido a las medidas, restricciones y prácticas de cuarentena tomadas para controlar la pandemia, las cuales han causado problemas psicológicos, sociales y económicos. En otros estudios realizados hasta la fecha se ha señalado que se observan síntomas de ansiedad, depresión, adaptación severa y trastornos del sueño.
También se sabe que una gran cantidad de personas perdieron sus trabajos debido a crisis sanitaria y las tasas de desempleo aumentaron en los países. Las economías y los sistemas de salud de muchos países se encuentran bajo esta importante carga. Además del aumento en la incidencia de síntomas y trastornos mentales asociados con COVID-19, los crecientes problemas socioeconómicos plantean un riesgo de suicidio.
Por otro lado, los pacientes con un diagnóstico psiquiátrico previo pueden ser más vulnerables al COVID-19 y pueden tener un mayor riesgo de sufrir consecuencias negativas. Los pacientes con capacidades cognitivas deterioradas relacionadas con el aprendizaje, la comprensión y las capacidades cognitivas en la lucha contra la pandemia pueden tener dificultades para protegerse o cumplir con los procedimientos de las personas con enfermedades psiquiátricas infectadas.
Durante la epidemia de COVID-19, se ha informado que, como resultado del estrés que enfrentaban los individuos, aumentaron la ira, la ansiedad, el insomnio, la impulsividad, los cambios de comportamiento y los pensamientos suicidas. Además, durante el tratamiento de COVID-19, los síntomas psiquiátricos pueden agravarse como resultado de la interrupción de los psicofármacos que usan los pacientes debido a la interacción fármaco-fármaco. Esta situación es de riesgo para la conducta suicida.
En conclusión, tener nuevas regulaciones con respecto al diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales en la prestación de servicios de salud, puede ayudar, y los profesionales de la salud mental bien preparados para este período difícil también pueden reducir las tasas de suicidio. Y sin duda, los resultados de los estudios destinados a comprender el comportamiento suicida asociado con COVID-19 orientarán la planificación de los programas de prevención del suicidio en tiempos de COVID-19.
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