Artículo expositivo sobre Ética de la empresa - Adela Cortina
- Juan Pablo Hoyos
- 19 nov 2020
- 11 Min. de lectura
Autores
Juan Pablo Hoyos Parra 1520182025
Gustavo Muñoz 1520182058
Al hacer la lectura del libro Ética de la empresa por Adela Cortina, el lector puede encontrar que los términos ética y empresa, no deberían concebirse como contrapuestos. En realidad, son dos conceptos que se deberían complementar, debido al contexto en el que se desarrollan. Es precisamente esto, lo que la autora desea plantear en libro a través de una serie de definiciones e investigaciones correspondientes, para que el lector adquiera el conocimiento necesario y así realizar la práctica.
En su primer capítulo, se define a la ética como un tipo de saber que pretende orientar la acción humana de manera racional en la vida entera. Para esto, es importante forjar un carácter, que permita a las personas tomar decisiones prudentes. Después de esto, es necesario determinar un fin, metas intermedias y los valores, para así, ir actuando hacia lo que se ha determinado. Por lo tanto, se genera una libertad y responsabilidad, puesto a que las personas son libres de decidir qué fin alcanzar y es por esto, que se deben de hacer responsables de sus decisiones.
Adicionalmente, si se analiza lo anterior planteado, desde las organizaciones, es importante mencionar que estas persiguen un fin social. Lo cual, se puede definir como la meta de la empresa, donde sus miembros se esfuerzan por alcanzarla. Esta accionar debe ser bajo una conciencia moral, de tal modo, que los intereses de las organizaciones no atropellen los derechos de las personas. Por el contrario, se debe de alcanzar una legitimidad social, es decir que ese actuar vaya de la mano con la ética y valores establecidos en la sociedad en la que se encuentra.
Por otro lado, si se analiza la moral critica, hay que mencionar que no basta con respetar la legalidad vidente. Es por esto, que se debe distinguir entre el derecho positivo y la moral critica. El derecho positivo es el conjunto de normas establecidas en una sociedad, mientras la moral critica universal buscar poner a pruebas esas normas, para definir si realmente son justas o no. Debido a que puede haber muchas acciones que pueden ser legales, pero no quiere decir que sean morales. A partir de esto, se genera una moralidad difusa, donde hace ver inmorales a los que buscan la justicia, y morales a los injustos, es por esto necesario hacer un cambio.
Seguidamente, en el capítulo 2, se dice que en pluralismo social, la ética debe ser asumida en la religión, para forjar un estilo de vida o llegar a decisiones justas. Ésta se divide en tres partes, la primera de ellas es la ética individual que se refiere a los deberes y virtudes que un individuo debe asumir para alcanzar su perfección. En segundo lugar, está la ética social que son las relaciones que los hombres entablan entre sí. Y por último está el no creyente que significa no tiene fundamento para no creer que es obligatorio cumplir con deberes.
Posteriormente, se habla de ética cívica, aquí es posible la convivencia entre ciudadanos que profesan distintas concepciones religiosas, ateas o agnósticas, siempre y cuando compartan unos valores y unas normas mínimas. Por su parte, las características de la ética cívica se dividen en tres partes. En primer lugar, está la Ética de mínimos que hace referencia a la sociedad pluralista, aquí conviven personas y grupos que se proponen distintas éticas de máximo, de modo que ninguno puede imponer un modelo determinado de felicidad. En segundo lugar, está la Ética de ciudadanos, no de súbditos y por último la Ética de la modernidad que se refiere a la ciudadanía y autonomía.
Seguido a esto, aparece la Tolerancia activa que tiene dos sentidos. El sentido pasivo que se refiere a la predisposición de no entrometerse en los proyectos ajenos por simple comodidad y el sentido pasivo el cual es la predisposición a respetar los proyectos ajenos que puedan tener un valor, aunque no se compartan. También hablan acerca del Ethos Dialógico que es como un tipo de actitud a través del cual se plasma la idea de tolerancia activa junto con otros valores y los derechos humanos.
Pasando ya al tema de la ética empresarial, aquí mencionan dos puntos importantes. El primero es que No es posible una ética empresarial sin una ética cívica, esto significa que cada organización debe encarnar valores y respetar derechos atendiendo a la especificad de su actividad y de sus bienes internos. El segundo es que No es posible una ética cívica sin una ética empresarial, donde las organizaciones remoralizan la sociedad y ponen en forma sus actividades ya que además de las responsabilidades están las exigencias.
En relación al capítulo 3, se describe a la ética económica como todo el campo de las relaciones sobre economía y ética, y, por otro lado, a la ética empresarial como la concepción de la empresa como una organización económica y como una institución social en la que resulta fundamental la función directiva y el proceso de toma de decisiones. En cuanto a la ética de la economía moderna, mencionan que el capitalismo impulsó un modelo de modernización y de racionalización social, donde su base es la libertad, ya que, el modo de producción capitalista requería un espacio libre para las actividades económicas. Por otro lado, creó el mundo como una unidad económica que significó cultura y civilización además de un sistema económico.
En cuanto la racionalización social capitalista y empresa moderna, la fuerza impulsora del capitalismo fue la racionalización por parte de Max Weber, donde este concepto se entiende por imposición progresiva de las técnicas racionales en todos los sectores de la sociedad. Por otro lado, hacen referencia al estado que institucionaliza la racionalidad y al derecho el cual institucionaliza la libertad. También gracias a la ética, el capitalismo se transformó y convirtió en un instrumento de progreso técnico y social.
La legitimación o transformación del capitalismo, es donde el empresario burgués tiene un espíritu capitalista que sus principales características son la prudencia reflexiva, circunspección calculadora, ponderación racional, espíritu de orden y de macroeconomía. Seguido a éste, está el interés propio y la mano invisible donde el fundamento natural de la ética significa el interés individual, la auto afirmación del propio ser, el conato y el instinto natural de conservación. Por otra parte, aparece el principio de utilidad y sus límites donde el utilitarismo representa una concepción ética auténticamente moderna para fundamentar racionalmente normas desde un principio ético universal y pragmático.
Por otra parte, la elección social hace referencia a la teoría de la elección social que es lo que los economistas piensan sobre las cuestiones de la injusticia económica y de la búsqueda de un fundamento para la decisión justa entre distribuciones alternativas contando con los instrumentos de la economía. También cabe resaltar la injusticia como equidad donde los principios de Rawls de justicia, superan la noción utilitarista de bienestar y la teoría de la elección social, ya que, según él, una doctrina de la economía política debe incluir una interpretación del bien público basada en una concepción de la justicia.
En la parte final de este tema de legitimación o transformación del capitalismo aparecen tres temas, en primer lugar, las reglas de un contrato constitucional en donde resaltan el enfoque contractualista el cual propone un modelo constitucional para fundamentar normativamente la organización y acción social. Seguido de éste, está la coordinación del mercado que explica que la moralidad del capitalismo, solo puede ser justificada a partir de la naturaleza de la cosa, es decir, de la función de la economía y de las posibilidades de autorrealización humana en ella. Por último, se menciona el capitalismo social y management comunicativo en el cual la ética discursiva pretende transformar la racionalidad económica por medio de la racionalidad comunicativa.
Como último tema de este capítulo 3 de la casa a la empresa: el progreso de la mano visible. Aquí explican que la economía capitalista no pertenece exclusivamente al reino de la necesidad, sino que su flexibilidad puede aprovecharse para impulsar cambios que permitan aumentar los límites de la libertad. También aparecen dos puntos importantes dentro de éste:
En primer lugar, está el modelo ecológico: oikonomia vs crematística; en donde la Oikonomia es como un sentido originario de la economía y por su parte, la vida económica reposa sobre un sentido de comunidad moral natural, que garantiza la armonía de intereses y el reconocimiento de la estructura jerárquica del orden económico. Por otro lado, la Crematística es la que se ocupa de la adquisición, y aquella de la utilización de los bienes domésticos; ésta se divide en dos tipos: crematística y riqueza natural que son propias de la administración doméstica, y la crematística comercial y productiva de dinero mediante el cambio.
En el capítulo 4, se evidencian las dificultades de la ética empresarial, pues existe desconfianza por parte del empresariado. Basado en diferentes posiciones, se piensa que las empresas tienen su propia ética. Además, la ética se limita al cumplimiento de la legalidad. Es por esto, que la ética a veces se ve como un maquillaje y no como una necesidad como debería de ser vista. Asimismo, se genera le pregunta de si es posible ser empresario y a la vez comportarse éticamente. Es aquí preciso, hacer uso de la ética de responsabilidad, en la cual se tiene en cuenta las consecuencias previsibles de las decisiones propias y las circunstancias en las que se tome.
Existen razones para el nacimiento de una ética empresarial. Entre ellas, está la urgencia de recuperar la confianza de la empresa, para así mismo recuperar la credibilidad. También, existe la necesidad de tomar decisiones a largo plazo, de este modo, se genera una mayor responsabilidad social. En efecto, todo este tipo de necesidades de desarrollan en una época manegerial, donde de la figura del directivo es indispensable. El directivo tiene la responsabilidad de tomar las decisiones adecuadas para que, entre sus diferentes funciones, pueda recuperar a la comunidad. Esto hace necesario hacer un enfoque en que la educación del directivo sea la adecuada.
Dentro de las diferentes características de la ética empresarial, se puede decir que este es un modo que ayuda a resolver moralmente conflictos de acción. Puesto a que, esta ética, ayuda a determinar los términos de discusión y a llegar a acuerdos justificados. De este modo, es necesario que en las instituciones se genere una cultura empresarial, en donde se definan valores y a su vez la finalidad de estos. Conviene subrayar, que las organizaciones tienen un propósito social, lo que genera hacer énfasis en los procesos de toma de daciones. Para esto, se debe de optar por un modelo de cooperación, donde todos los miembros se involucran de manera activa.
Con respecto al capítulo 5, se define el liderazgo empresarial como un liderazgo moral, puesto a que el liderazgo de los empresarios se ha convertido un en liderazgo social. De este modo, resulta necesario analizar el carácter del líder empresario, puesto a que se generar actitudes, las cuales definen un modo de actuar y un estilo de dirigir. Por esto, el directivo es un factor clave para que la empresa se convierta en un verdadero espacio ético. A su vez, si se analizan los diferentes niveles de acción empresarial, se puede explicar el papel que la economía desempeña en la actividad humana, para esto debe entender la economía como una disciplina científica.
Por otro lado, se explica la evolución del modelo Taylorista y sus diferentes contradicciones. Inicialmente, este modelo se enfocaba en cómo se hacia el trabajo, sin importar el por qué ni el para qué. Es por esto, que surge el neotaylorismo, en el cual se concreta la diversificación del trabajo, la departamentalización de procesos y la aplicación de un sistema de refuerzos al trabajador. De aquí nace los departamentos de relaciones humanas. Dentro de las contradicciones del taylorismo, se encuentra que la calidad de vida del trabajador dependía de sus ingresos, pero aquí se presentaba un desequilibrio. También se encuentra que la empresa necesita mejorar la productividad para hacerse más competitivo, pero en realidad la competitividad se basa en diferentes aspectos.
Con respecto a la identidad del directivo, se identifica la profesión y vocación en la forma común de laboral. Una profesión además de proporcionar los medios materiales para subsistir, también puede aumentar la autoestima. Mientras que la vocación, específicamente del directivo, se relaciona con el alcance social de las tareas que realiza. En la vocación de una ética de la dirección, se integra un proyecto de empresa donde se incentiva el crecimiento y se estimula la creatividad. Es también necesario, recuperar el significado del profesionalismo, donde se considere como un ejercicio responsable, donde le profesional pueda aportar.
Dentro de la ética del directivo, para su tarea de dirección de la empresa, se tiene en cuenta una seria de aspectos. En primer lugar, está la comunicación, en la cual se busca integrar a los diferentes interlocutores implicados en un problema. En segundo lugar, la motivación buscar reconocer y potenciar las capacidades de las personas. Finalmente, en la decisión es importante tomar iniciativas para así poder innovar en las alternativas de accionar tanto de manera personal como para la organización.
Finalmente, en el capítulo 6, la institucionalización de la ética en la empresa que se entiende por toda actividad realizada por un experto la cual consiste en aportar sus conocimientos y aconsejar, esto con el objetivo de ayudar a tomar decisiones óptimas en los diversos procesos de la actividad empresarial. Ya entrando en los rasgos básicos de la asesoría ética que se divide en tres partes, está en primer lugar la asesoría informativa y normativa, donde la asesoría informativa se centra en la mediación del saber técnico, en los medios y métodos de la realización de objetivos y la asesoría normativa se dirige hacia el planteamiento de objetivos, de fines, con referencia a las normas sociales y a los principios morales que rigen su validez.
También aparece los niveles de la asesoría ética que tiene como principal objetivo ofrecer una ayuda, una orientación, para la resolución consensual de conflictos en los contextos específicos de la acción empresarial. El primer nivel se refiere a la necesaria aclaración de conceptos básicos de la racionalidad económico empresarial. El segundo nivel consiste en la aportación del ético a la explicitación de las condiciones necesarias para que podamos hablar de eficacia sin negar la justicia de las relaciones empresariales. El tercer y último nivel consiste en aplicar estas normas generales que definen a la empresa en el terreno particular y situacional de la toma de decisiones empresariales, es decir, en los casos concretos.
Más adelante, la empresa como institución social capaz de tomar decisiones, como conjunto de relaciones humanas con una finalidad determinada, explica que siempre tiene una dimensión moral. Así que se requiere de un enfoque integral que entienda que la dimensión moral no es algo externo a la empresa, sino que responde más bien a la necesidad de legitimación o validez que requiere la empresa como institución social que es.
Pasando ya al tema de las diferentes formas de asesoría ética empresarial, aquí explican unos principios que hacen referencia al comportamiento del asesor ético y son los siguientes: 1) El asesor no debe aceptar encargos para cuya realización no cuente con la competencia necesaria. 2) Debe considerar con objetividad e imparcialidad los hechos que el cliente presenta. 3) Debe tener en cuenta siempre las necesidades y posibilidades del cliente. 4) Toda información del cliente debe ser tratada conforme a sus principios de confidencialidad y fidelidad. 5) Debe evitar favorecer a un cliente frente a otro, así como aprovechar la información en beneficio propio.
Dentro de este tema de la elaboración de un código ético aparecen tres puntos importantes, el primero de ellos es filosofía empresarial que consiste en la definición de la empresa, de su función y del lugar social y económico que ocupa o quiere ocupar. La tarea del asesor ético es explicitar estos supuestos y darle una configuración en el seno de la empresa. Luego está la cultura empresarial que se refiere a la concreción de las normas y valores necesarios para alcanzar los objetivos definidos por la filosofía de la empresa. Por último, la política empresarial la cual define cuáles son los ejes centrales de actuación empresarial a través de una jerarquización de prioridades.
Acerca de los aspectos de un management ético, se entiende como el conjunto de medios y métodos puestos en práctica para administrar una empresa, por ello se hace necesario distinguir tres niveles: Normativo que son los problemas de legitimación y conflictos entre los grupos. Estratégico que es la resolución de las tareas de complejidad e inseguridad en el mercado y el Operativo que se refiere a problemas de eficacia y desarrollo del potencial de productividad. Como último punto tenemos la valoración ética de la empresa que se realiza desde unos criterios éticos que responden a la situación de la empresa como un sistema de bienes y servicios, en la que debe complementarse.
Ya para cerrar este capítulo 6, se explica la asesoría ética directa: el papel de los comités éticos. En esta parte, el asesor se encuentra frente a un cliente que quiere aclarar las implicaciones éticas de una propuesta, decisión o proyecto y se discuten posibles estrategias de acción. Para ello existen tres formas diferenciadas: En primer lugar, está el Consejo ético que es cuando el empresario busca una opinión acerca de un problema estructural determinado. Por otro lado, el Juicio ético, cuando no solo se pide un consejo sino también una toma de posición ante una decisión o propuesta y por último el examen ético donde se destacan los puntos fuertes y débiles de una acción empresarial. Aquí la función básica del asesor ético es explicitar los valores y normas implícitas en cada una de las situaciones, así como los valores en conflicto ante los que se plantea la cuestión.
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