El impacto ambiental de la carne de laboratorio ¿es menor?
- Juan Pablo Hoyos
- 16 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Corinna Acosta
10 marzo 2021
Palabras clave: carne a base de plantas, carne in vitro, carne sostenible, Impossible Foods, carne de laboratorio.

Todos sabemos que las empresas pioneras en la producción de carne de laboratorio que cultivan células animales sin los propios animales, suelen afirmar que su tecnología es beneficiosa para el clima y también evitan las emisiones inherentes al cultivo de alimentos y a la cría de animales. Pero aquí el problema es que la carne cultivada sigue necesitando electricidad para crecer, así que… ¿hasta qué punto son menores sus emisiones?
De acuerdo con Fast Company, un nuevo estudio analiza de manera hipotética de cómo sería una fábrica de carne cultivada para el año 2030, obviamente utilizando datos de muchas empresas emergentes del sector. Lo que se concluye de este estudio, es que los beneficios medioambientales podrían variar significativamente en función de cómo se fabrique el nuevo alimento.
Así que si una gran instalación de producción nueva funciona con energía renovable, la huella de carbono de la carne cultivada sería menor que la de la carne de vacuno, cerdo y pollo convencionales. Por su parte, los resultados del análisis calculan que la huella es aproximadamente un 92% menor que la de la carne de vacuno, 52% menor que la del cerdo y un 17% menor que la del pollo.

Es más, sería muy importante donde la carne convencional llegara a producirse de forma más sostenible que la actual, por ejemplo, cambiando la alimentación para lograr que el ganado eructe menos metano, ya que es un potente gas de efecto invernadero. Además, la carne cultivada también reduce el uso de la tierra y el agua, evita el uso de antibióticos y puede ayudar a evitar otros problemas, como futuras pandemias que podrían propagarse desde las granjas.
Por otra parte, si una planta de fabricación no utiliza energía renovable, la carne de cerdo o de pollo cultivada podría tener en realidad una huella de carbono mayor que la de la carne de algunas granjas. Es por ello que, va a haber una gran motivación para que las primeras instalaciones de fabricantes de carne cultivada sean totalmente renovables.
En conclusión, aunque el estudio se haya basado en datos reales de algunas empresas, todavía no es posible contar con la instalación necesaria de producción. Pero, si todo este proceso se hace bien, la carne cultivada podría ayudar a reducir el impacto ambiental de los alimentos en general. Además, como este método de producción requiere mucha menos tierra que la cría de ganado y el cultivo de piensos en las granjas, una ventaja es que también podría abrir más espacio para plantar árboles que podrían absorber el CO2.
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