Ética empresarial, Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Creación de Valor Compartido (CVC)

Diciembre, 2013.

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La ética empresarial se remonta a décadas, en la cual el creador del liberalismo Adam Smith basaba sus ideales en la preocupación moral por generar mayor libertad y felicidad. Por lo tanto, una empresa debe medir la toma de decisiones porque afectarían de adentro hasta terceros, las decisiones están sometidas a una valoración moral para poder llevar a cabo sus actividades.

Una empresa con éxito implementa un conjunto de buenas prácticas y hábitos que deben ser justas y prudentes respondiendo a las necesidades de sus colaboradores y consumidores. Por ejemplo, las virtudes son hábitos que se desarrollan a diario con las palabras, las acciones en medio de circunstancias de dificultad, es donde se pone a prueba la verdadera ética.

“Desde un punto de vista ético en el mundo empresarial las dos responsabilidades que más nos interesan son las morales y las sociales. Por un lado la responsabilidad como obligación de rendir cuentas, genera que las empresas se vean cada vez más obligadas a ser más transparentes en la información que ofrecen a la sociedad en relación con sus prácticas y

formas de gestión. Por otro lado, como ya ha sido comentado, la empresa como institución social tiene una credibilidad y legitimidad social que necesita mantener para garantizar su existencia. Esta legitimidad se consigue mantener respondiendo a las expectativas que la sociedad tiene de ella y asumiendo los valores y los comportamientos que la misma sociedad". (Argandoña, 2007).

Ese reconocimiento de expectativas genera en la empresa una responsabilidad ante los agentes con los que se relaciona. La legitimidad que la empresa tiene frente a la sociedad como motor de generación de riqueza, se puede ver afectada si la empresa no responde ante ese compromiso de manera justa y prudente.